Reconociendo a: Ingeniería Biomédica, los encargados del cuidado de equipos y equipamientos
El área, compuesta por 10 funcionarios y funcionarias, se preocupa de todo el proceso de adquisición, mantención, supervisión y reparación, con la finalidad de que los equipos y equipamientos que hay en el HCSBA funcionen de la mejor manera para la atención de nuestra comunidad.
Para que los pacientes puedan recibir una atención segura y de calidad en el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA), es necesario que exista un grupo a cargo de la adquisición y mantención de los equipos y equipamientos. Esa labor está encomendada al Departamento de Ingeniería Biomédica, compuesto por 10 personas -una secretaria, tres técnicos y seis ingenieros biomédicos- que trabajan de manera coordinada en dos unidades: la de Adquisición (encargada de la compra de equipos, equipamientos y/o servicios) y la de Mantención de Equipos y Equipamientos (que debe ejecutar las mantenciones en el día a día).
Daniel Gallardo, jefe (s) del Departamento de Ingeniería Biomédica, explicó que «la misión principal, a muy grandes rasgos, es brindar al personal clínico la facilidad para atender pacientes mediante el uso de equipos y equipamientos médicos. Eso se da por la adquisición de nuevas tecnologías y la mantención de estos equipos, para que funcionen, sean confiables y no generen problemas».
El primer biomédico llegó en 2012 al HCSBA. Desde esa fecha, el área se ha ido profesionalizando y adquiriendo equipos y equipamientos más específicos acorde a las necesidades del hospital. «El biomédico nació para ser el puente entre la parte administrativa y los clínicos. Entonces ese es nuestro foco: somos los híbridos de la ingeniería, porque sabemos cosas clínicas y de la parte de ingeniería», señaló Constanza Barrera, jefa de la Unidad de Mantención de Equipos y Equipamientos.
El trabajo de esta área comienza desde antes que llegue un equipo o equipamiento a nuestra institución, ya que cuando se genera la idea de habilitar nuevos espacios o implementar nuevas prestaciones, los funcionarios y funcionarias del Departamento de Ingeniería Biomédica estudian las opciones que existen para que se pueda ejecutar de la mejor manera, teniendo en consideración la opinión del personal clínico. «Siempre apuntamos a que sean equipos confiables y de larga duración», indicó Daniel Gallardo.



Andrea del Pozo, integrante de la Unidad de Adquisición, explicó que «hacemos un estudio bastante exhaustivo desde que nos llega el requerimiento de equipo y equipamiento. Después, vemos el mercado existente en Chile para saber qué está disponible y hacemos cotizaciones para tener un valor. Desarrollamos las especificaciones técnicas, hacemos un comparativo y se lo presentamos al equipo clínico. Una vez que tememos la aprobación, desarrollamos las licitaciones para publicar». Cuando se reciben las ofertas, se hacen las evaluaciones para saber cuál será finalmente el equipo o equipamiento que se obtenga. Luego, se preocupan de la recepción, instalación y puesta en marcha. Además, deben realizar seguimiento de la postventa en cuanto a su funcionamiento, para saber si se está cumpliendo con lo licitado y sus garantías.
«El área de Adquisición trabaja todos los días armando presentaciones técnicas para la compra de equipos y bases de licitaciones, tanto de servicios puntuales o de mantenciones preventivas o correctivas», destacó Wilson Díaz, profesional a cargo de la supervisión de servicios técnicos.
Los «doctores» de los equipos
Dentro del rol de esta área también está el asegurar que los distintitos servicios clínicos de nuestro hospital tengan continuidad de atención y la calidad correspondiente a través del correcto funcionamiento de los equipos y equipamientos. «Nos coordinamos constantemente para tener las mantenciones preventivas y correctivas», explicó Alexis Ancan, técnico que lleva más de 25 años en el hospital. Además, se suman los trabajos que deben realizar con las empresas externas cuando hay equipos que no pueden ser reparados en la institución.
«En el fondo somos como los doctores de equipos. ¿Qué pasa si no hay un doctor? No se puede ejecutar el diagnóstico. Pasa lo mismo con los equipos. Si no los tenemos, no se puede hacer nada. Somos el área de soporte del clínico», explicó Constanza Barrera.
El trabajo se realiza de lunes a viernes y las labores son dinámicas. Día a día reciben diferentes llamados de los servicios para que los técnicos asistan a ver los equipos o equipamientos que podrían estar presentando problemas, mientras que el área administrativa se enfoca en el tema de la adquisición, hacer seguimiento de las mantenciones y estar atentos a las reuniones. Además, muchas veces este trabajo se debe realizar fuera del hospital, en los espacios donde se han habilitado otras atenciones como el Consultorio N°1, Centro Comunitario Carol Urzúa o Capredena.


«Por lo general, en el día a día los técnicos tenemos que revisar nuestros correos para saber qué es lo que nos llega de algunos servicios; generar cotizaciones; coordinar las mantenciones con las empresas externas y también las mantenciones que nosotros realizamos e ir a los servicios inmediatamente si falla algo. Todos los días es algo distinto», añadió Alexis Ancan.
La supervisión, revisión y arreglo es fundamental, ya que «en el caso de que no lleguemos a reparar un equipo, puede provocar que se suspenda una atención. Por ende, se alarga la lista de espera», añadió Constanza. En tanto, Alexis añadió que «nuestra labor, como técnicos y parte administrativa, es que eso no ocurra. Tenemos que ir inmediatamente y tratar de resolver el problema, con la finalidad de que pueda atenderse y operarse el paciente». Mientras que Daniel aseguró que «el personal clínico es el que atiende al paciente y nosotros somos los que atendemos a los equipos y equipamientos».
El trabajo del departamento cuenta con una importante planificación, de acuerdo a los proyectos que quiera implementar el establecimiento o según las épocas del año como en Campaña Invierno. «Hacemos levantamientos, planificamos las mantenciones antes, para que cuando llegue el periodo de Campaña Invierno, que son cuatro meses, ya esté todo regularizado y tengamos el menor impacto posible y equipos en baja», explicó Constanza Barrera.
En tanto, Wilson complementó indicando que «la acreditación nos exige cumplir con mantenciones preventivas para equipos críticos, como ventiladores y monitores, junto con mantenciones de equipos relevantes, que son los de Imagenología o Esterilización». De acuerdo a las estadísticas del área, anualmente hacen más de 1.400 mantenciones solamente entre estos equipos críticos y relevantes. Sumado a esto, Wilson Díaz mencionó que «aparte, como hospital, tenemos los IM12, que no están dentro del programa de acreditación, pero sí son muy relevantes». Dentro de esos se encuentran los que corresponden a Cardiología o Banco Nacional de Tejidos.
Los cambios en las contingencias
Si bien tienen que estar atentos a cualquier inconveniente, en caso de contingencia el trabajo les cambia por completo. «Todo se deja de lado y eso es prioridad. A nosotros nos pega fuerte lo que es corte de luz. Acá se despliegan todos, todo el equipo sale y tenemos que estar pendientes de los servicios críticos que son Pabellón, Esterilización y las UCI», indicó Constanza. A esto, Alexis añadió que «aunque sea un corte breve, nos desplegamos a los distintos pisos para que todos estén monitoreados».
Situación parecida les ocurrió para el incendio en 2021. En esa fecha, se desplegaron primero para resguardar los equipos y equipamientos y, posteriormente, para trasladarlos hacia los diferentes recintos hospitalarios que fueron habilitados para que pudiéramos continuar con la atención a nuestra comunidad usuaria.
La importante labor que cumplen en el día a día en el HCSBA la realizan con una alta preocupación, ya que «siempre pensamos que puede ser un familiar nuestro que está hospitalizado. Entonces tratamos de dar la mejor atención, porque a nosotros no nos gustaría que le dijeran a mi mamá que está mala la máquina. Tratamos de recalcarlo siempre y de hacerlo lo más empático posible», añadió Constanza.
Dentro de los desafíos, el equipo apunta a mantener su buen nivel «para dar cumplimiento y seguridad al paciente y al clínico de que los equipos van a hacer su tarea», añadió Daniel. Además, buscan mejorar la capacidad de respuesta, sin afectar la planificación, y mejorar procesos internos que mantienen.