Reconociendo a: Las unidades educativas que forman y acompañan a los hijos e hijas de la comunidad funcionaria

  • Se trata del Centro Escolar y del Jardín Infantil y Sala Cuna que funcionan hace más de 30 años al interior del HCSBA, para brindarle un apoyo a los funcionarios y funcionarias que trabajan en nuestro hospital.

Desde hace más de 30 años que el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) cuenta con unidades educativas destinadas para los hijos e hijas de las funcionarias y funcionarios de nuestra institución. Se trata del Jardín Infantil y Sala Cuna (que funciona desde 1977) y el Centro Escolar (operativo desde 1990), los cuales están ubicados al interior del terreno de nuestro establecimiento.

Paola Contreras, trabajadora social y jefa de la Unidad de Conciliación y Cuidados Infantiles del HCSBA, explicó que desde esta unidad, que engloba a ambas áreas, su propósito es «implementar medidas organizativas para disminuir las tensiones de cuidados infantiles en trabajadores de la salud. Cuando digo trabajadores, principalmente son mujeres trabajadoras, jefas de hogar, con hijos menores de 12 años y que tienen que compatibilizar y equilibrar la vida familiar, personal y laboral. Por lo tanto, disponer de unidades educativas a cargo de profesionales es una medida muy importante para que puedan laburar tranquilas y hacer salud pública».

Más de 30 funcionarias -entre ambas unidades- reciben diariamente a los niños y niñas. El Jardín Infantil y Sala Cuna funciona de lunes a viernes, desde las 7:30 hasta las 20:30 horas, y cuenta con un equipo compuesto por 25 personas (entre educadoras de párvulos y técnicas en educación parvularia) que trabajan en turnos rotativos con, de momento, 90 niños/as.

Jardín Infantil y Sala Cuna

Andrea Gálvez, educadora de párvulos y directora del Jardín Infantil y Sala Cuna del HCSBA, explicó que su función es mediar «el aprendizaje a través del juego, que es el principio fundamental de la educación parvularia. Jugamos a leer, a sumar y aprendemos álgebra. Sin que ellos se den cuenta, estamos haciendo ejercicios de suposición, de despejar una X, de descubrir cuál es el número incógnito. Todo esto a través del juego, de la diversión y de las risas, en un espacio seguro y con profesionales que median los aprendizajes».

A la Sala Cuna pueden ir los hijos/as, de hasta dos años, de todos los funcionarios del hospital; mientras que al Jardín Infantil pueden ir los niños/as de hasta el primer nivel de transición (5 años y meses) que sean hijos de funcionarios/as que estén en calidad de contrata o titular.

En tanto, el Centro Escolar está compuesto por siete integrantres entre educadoras de párvulos, técnicas en educación parvularia y una educadora diferencial. A él, actualmente, asisten 30 niños y niñas que están escolarizados, cursando desde prekínder a segundo básico, y son hijo/as de funcionarios/as titulares, contratas u honorarios. Su horario es de lunes a viernes, desde las 8:00 a las 17:00 horas, y funciona por jornada de manera alterna al colegio de los asistentes.


Centro Escolar

Nicole Jarpa, educadora de párvulos y directora (s) del Centro Escolar, señaló que «nuestro objetivo es que las mamás estén tranquilas y seguras en sus unidades de trabajo y que los niños puedan tener experiencias de aprendizaje todos los días. Aquí pueden realizar sus tareas, se divierten, lo pasen bien y comparten con otros niños de distintas edades. Como tenemos desde prekínder a segundo, son distintos intereses y distintas habilidades que van desarrollando entre ellos mismos y con nosotras».

El trabajo en las unidades

Trabajar con niños es dinámico y las actividades van cambiando día a día, según la unidad educativa y las necesidades de los asistentes. Por ejemplo, en el Jardín Infantil cada educadora de sala realiza un plan anual con el que van definiendo cómo va a trabajar con los niños, de acuerdo a su nivel. Por ejemplo, pueden abordar temáticas como pensamiento matemático, compresión o expresión corporal.

Además, desde marzo cuentan con nuevas dependencias en nuestro hospital. Con una construcción de 830 m2, distribuidos en dos pisos, estas instalaciones tienen nueve salas; acceso controlado; sistema de cámaras; aire acondicionado; equipamiento de red de incendio; y todo el mobiliario y equipos necesarios para su óptima operación. «Los papás y niños llegan felices. Entran contentos porque están realmente en su jardín infantil», indicó Andrea Gálvez.

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Mientras que en el Centro Escolar abordan diferentes temas según el día, por ejemplo, los lunes se hace literatura, los martes ven matemáticas, los miércoles es el turno de ciencias o el taller cocina, los jueves les toca arte y los viernes son de actividades de psicomotricidad. «Hacemos distintas actividades, pero no tipo tareas de cuaderno, sino cosas más lúdicas que estén vinculadas al aprendizaje del día. Nuestro objetivo principal es que los niños vengan, se relajen y distraigan, porque para hacer tareas tan concretas van al colegio», señaló Nicole Jarpa.

Centro Escolar

Sumado a esto, ambas unidades realizan una serie de actividades a lo largo del año. Por ejemplo en el Jardín Infantil y Sala Cuna tienen planificado para este segundo semestre la realización de la Semana del Niño (celebración de todos los cumpleaños), Día del Abuelo/a, Fiestas Patrias, ceremonia de egreso, fiesta de Navidad, alianzas, entre otros. Por otro lado, el Centro Escolar también se está preparando, por ejemplo, para las Fiestas Patrias, Navidad, el aniversario de la unidad, la celebración de los cumpleaños con una fiesta de disfraces, un paseo de fin de año y talleres de verano.

La importancia de estas unidades

La creación de ambas unidades nació como respuesta a una necesidad para formar, cuidar y proteger a los niños y niñas, lo cual se mantiene hasta el día de hoy según datos estadísticos. «Aplicamos una encuesta el año pasado para identificar las condiciones organizacionales para conciliar la vida personal y familiar con el trabajo. La encuesta arrojó que una de las tensiones que tienen los trabajadores es el cuidado de hijos pequeños. Entonces, al tener esta unidad, disminuimos una tensión, aumenta la satisfacción laboral, disminuye el ausentismo laboral y muchas patologías de salud mental”, explicó Paola Contreras.

Además, los niños y niñas quedan al resguardo dentro de la misma comunidad funcionaria de nuestro hospital. «Todos los apoderados son nuestros compañeros de trabajo, nos vemos día a día y hay una conexión y lazo bien bonito que se forma. Es importante el cuidado de los niños para estos funcionarios que puedan cumplir con su labor tan compleja e importante como es la salud. Encontrar un espacio seguro y enfocado en el cuidado de ellos es impagable», destacó Andrea Gálvez.


Jardín Infantil y Sala Cuna

Mientras que Nicole Jarpa añadió que «a las mamás y papás se les entrega la seguridad de que sus hijos van a estar en un lugar con profesionales de la educación, seguros y tranquilos. Los niños tienen la posibilidad de compartir con otros niños, interactuar con adultos que se especializan en niños, de pasarlo bien, haciendo actividades y aprendiendo cosas nuevas».

Dentro de los desafíos que se plantean las unidades educativas está el seguir fortaleciendo los cuidados infantiles en contextos de salud. El Centro Escolar espera volver a sus dependencias originales una vez que sean restructuradas, lo que les permitirá estar en un espacio modernizado y con más vacantes para brindarle apoyo a más familias; mientras que el Jardín Infantil y Sala Cuna busca ser visto como algo esencial, ya que «hay números que indican que la existencia está siendo un aporte para el hospital. Que eso se valore y trabajemos en conjunto», aseguró Andrea Gálvez.