Reconociendo a: Hospitalización Domiciliaria Adulto y su trabajo integral en el hogar de los pacientes
Esta unidad le da la opción a los usuarios, siempre y cuando cumplan con los requisitos, de terminar sus tratamientos en sus casas. Su trabajo multidisciplinario y su amplia cartera de prestaciones, les permite atender tanto a pacientes del área de hospitalizados como ambulatorios.
A través de un equipo multidisciplinario compuesto por 22 personas, desde el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) podemos entregarle una alternativa a la hospitalización tradicional a más de 150 pacientes. Esa es la labor que cumple Hospitalización Domiciliaria Adulto, una unidad que, en medio de la pandemia por el Covid-19 y el incendio que nos afectó en 2021, fortaleció su rol y funcionamiento para poder ayudar y acompañar a los usuarios, junto con dar respuesta a las necesidades de nuestro hospital.
Su trabajo está enfocado en prestar un servicio integral a quienes están cursando procesos agudos o subagudos de áreas ambulatorias y de hospitalización como Medicina Indiferenciada, Cirugía Adulto o Coronaria, para que así puedan terminar su tratamiento en casa, siempre y cuando cumplan con los requisitos y condiciones clínicas. Sumado a esto, por Ley de Urgencia también pueden hacerse cargo de quienes llegan del extrasistema desde clínicas u otros centros asistenciales.
«Además de optimizar el recurso cama para el hospital, el usuario se beneficia en el proceso de rehabilitación o en la continuidad del tratamiento. Hay muchos pacientes que tienen estabilidad clínica, pero necesitan finalizar su tratamiento antibiótico o con otro tipo de medicamento, y eso los obliga a mantenerse en la hospitalización tradicional. Con la prestación que entregamos, se va a la casa con los mismos cuidados o similares a lo que recibe estando acá», explicó la Dra. Marien Flores, médica jefa de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria Adulto del HCSBA.
Ofrecen varios servicios
La cartera de prestaciones es amplia y abarca: administración de fierro endovenoso o nutrición parenteral, acompañamiento de cuidados de fin de vida y contención a sus familias, neurorrehabilitación, preparación prequirúrgica, entre otros. «Hay procedimientos ambulatorios que igual usan un sillón o una cama, pero los dan de alta el mismo día. Podemos evitar esa ocupación con el movimiento que hace la unidad», indicó Nicole Guzmán, kinesióloga y coordinadora de Rehabilitación.
Sumado a esto, la Dra. Flores aseguró que «derivarlo cuando corresponde y cuando su condición lo permite para que termine su tratamiento en el domicilio, lo beneficia a él y a la institución. Nuestro enfoque es el paciente agudo, no tenemos casos crónicos a diferencia de otras unidades, porque nuestro nuestro rol va dirigido a eso. Somos una institución de alta complejidad, por ende, la domiciliaria se asemeja a la identidad del establecimiento. Vamos estudiando con los diferentes jefes de servicio qué es lo que se necesita y esas son las prestaciones que vamos abriendo».

Para poder acceder a este tipo de prestaciones, es importante cumplir con los criterios médicos, pero también con otro tipo de requisitos. Natalia Lobos, trabajadora social de la unidad, explicó que «la puerta de entrada también es la evaluación social. Se ve si la vivienda cumple las condiciones habitacionales mínimas, si tienen red de apoyo o un cuidador adecuado. La idea de esto es acercar el hospital a la casa de la gente, y para que eso ocurra tiene que haber cierta responsabilidad que nos permita enlazarlo después a sus redes de base, como Cesfam, municipalidades, fundaciones o agrupaciones».
Mensualmente atienden entre 170 y 200 pacientes que viven en el polo de Santiago-Estación Central. Sin embargo, de ser necesario, ven casos en el polo Maipú-Cerrillos. Las salidas, que se coordinan con Movilización, se realizan en las mañanas y en las tardes. En ellas, un funcionario/a de medicina, enfermería, técnico en enfermería, kinesiología, terapia ocupacional, trabajo social o fonoaudiología se traslada al domicilio y realiza el tratamiento que se requiera. «Entre todo el equipo hacemos entre 50 y 55 visitas diarias», señaló Vanessa Morales, enfermera supervisora de Hospitalización Domiciliaria Adulto. En este sentido, al año ven cerca de 2.000 pacientes y realizan 16.000 atenciones.
Las rutas se planifican el día anterior y se deja preparado el material para cada uno de los usuarios. «Como es una atención afuera, tenemos que llevar todo en caso de que necesitemos algo. Se van armando kits de traslado, por ejemplo, de medicamentos o de curación», explicó Nicolás Oliva, enfermero coordinador de Hospitalización Domiciliaria.
La importancia del trabajo en equipo
De manera paralela, el equipo que se queda en el HCSBA está a cargo de coordinar labores administrativas, tales como evaluar solicitudes de ingreso, programar un alta o evaluación médica, realizar ajustes en alguna terapia, revisar casos, entre otros. «Por un lado está todo lo espontáneo que ocurre con los usuarios, pero también están las solicitudes que surgen durante el día», mencionó Natalia Lobos.
Además, los profesionales de la unidad se enfocan en capacitar e involucrar al cuidador, tutor y paciente, para que puedan replicar las indicaciones, junto con reportar alguna situación de alarma. Nicole Guzmán señaló que «los usuarios reciben educación de todos los estamentos de la unidad. Parten de la base de cómo ocupar una naricera de oxígeno, un bastón o medicamentos. Es demasiado importante la educación que se le da desde el día uno». A esto, Natalia Lobos complementó indicando que «también se identifican los distintos perfiles de las familias que atendemos, ya que hay diferentes niveles educacionales y culturas. Todo eso se pesquisa desde el ingreso, porque permite comunicar al equipo las estrategias más adaptadas a la situación que tiene la persona en la casa».
Para cumplir con este propósito, es importante tener un trabajo en equipo y la visión integral de cada uno de los profesionales, por lo que semanalmente realizan una reunión clínica en la que «exponemos el caso de todos los usuarios de la unidad, los conversamos, vemos el enfoque de rehabilitación, de enfermería, la parte médica, de trabajo social», explicó Nicolás Oliva.
Para ser dados de alta, deben cumplir su objetivo terapéutico definido. “La domiciliaria es un enlace entre un paciente agudo hospitalizado y su programa al final, que puede ser consultorio o programa postrado. Es un tiempo acotado el que podemos tenerlos. Obviamente el caso a caso lo vamos evaluando y podemos extender una atención», añadió Nicolás Oliva.
La recepción de los pacientes
Desde su implementación, la hospitalización domiciliaria ha tenido una buena aceptación. Vanessa Morales aseguró que «la mirada integral es algo que aprecian los pacientes, junto con el hecho de que vaya la trabajadora social a su domicilio o el equipo de rehabilitación (kinesiología, terapia ocupacional y fonoaudiología). Esa mirada humanitaria e integral que tiene esta unidad, le da el plus que ha generado que estén bastante conformes con nuestra atención». Asimismo, la Dra. Flores mencionó que «el principal beneficio que manifiestan es el poder estar en su domicilio y terminar su tratamiento en casa, en las comodidades que cada uno de ellos identifica».
En tanto, Nicole Guzmán mencionó que «estamos todos muy preocupados de los usuarios. El hecho de estar en la casa in situ, hace que cambie todo el enfoque que tienes del paciente, la mirada y cómo puedes manejar situaciones. Yo creo que eso es algo que nos caracteriza mucho: la parte humanitaria».
Dentro de los desafíos que mantiene la unidad, se encuentran, por ejemplo, aumentar los cupos y la cartera de prestaciones. En este sentido, están evaluando poder administrar ciertos tipos de quimioterapias en los domicilios. «Vamos con esa mirada: de qué es lo que podemos complejizar dentro de nuestra unidad, a medida que vayamos avanzando y creciendo más de lo que ya hemos crecido, porque hay que reconocer que esta domiciliaria ha tenido un impacto y un crecimiento enorme en un muy corto plazo», puntualizó Vanessa Morales.