Reconociendo a: Epidemiología, el área que vigila, previene y controla las enfermedades de notificación obligatoria

Dos enfermeras son las que realizan esta función con un enfoque epidemiológico y de salud pública en el HCSBA. Gracias a su trabajo como delegadas de epidemiología y también como encargadas del Registro Hospitalario de Cáncer, nuestro establecimiento y otras instituciones de salud pueden obtener importantes datos que permiten tomar decisiones.

Al interior del Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA) existe un área que está a cargo, entre otras cosas, de hacer la gestión del sistema de vigilancia para la prevención, control y evaluación de más de 45 patologías relacionadas con Enfermedades de Notificación Obligatoria (ENO), junto con realizar el Registro Hospitalario de Cáncer de manera retrospectiva de pacientes que fueron diagnosticados y/o tratados en nuestra institución.

Se trata de la Unidad de Epidemiología, en la cual trabajan las enfermeras Sandra Pereira y Natalia Donoso, quienes realizan esta importante labor como delegadas de vigilancia epidemiológica y de registro de cáncer.

La labor diaria de vigilancia

Las funcionarias, que realizan su función desde un enfoque epidemiológico y de salud pública, son un vínculo de comunicación entre el HCSBA, la Seremi de Salud y el Ministerio de Salud. Para llevar a cabo sus labores de vigilancia de enfermedades transmisibles y no transmisibles de notificación obligatoria, patologías emergentes y de mayor relevancia sanitaria, deben realizar un importante trabajo en equipo.

Sandra Pereira, jefa (s) de la unidad, explicó que «pesquisamos a través de visitas a las diferentes unidades dos veces a la semana. También buscamos por medio de diferentes fuentes para recabar la información». Para esto, realizan una revisión periódica del sistema de la Urgencia Infantil, Urgencia Gineco-Obstétrica y exámenes. Además, reciben reportes de los equipos clínicos a través de correo electrónico.

Con esto, obtienen información para realizar la notificación o validar las ya realizadas de pacientes que se encuentran en el área ambulatoria, de hospitalizados o urgencias. Estos avisos se efectúan a través de las plataformas online Epivigila o Midas, mientras que para otras enfermedades es por medio de papel. Para facilitar el acceso y la labor del equipo clínico a cargo de notificar, se habilitó una pestaña en el sitio web institucional.

Gracias al trabajo, han identificado varias enfermedades que deben reportar de manera inmediata, para que se haga un control y se contenga su propagación. Natalia Donoso, enfermera de la unidad, especificó que «la importancia radica en que esta detección tiene un impacto a nivel nacional. Son enfermedades que han sido erradicadas o controladas en Chile, gracias al uso de vacunas y las intervenciones que se establecen a nivel ministerial. Estas enfermedades tienen un impacto en la población, ya que son de alta mortalidad o morbilidad importante, por lo que ahí radica la importancia en prevenir».

Si bien la notificación es una función que debe cumplir el personal médico, Natalia mencionó que «recibimos mucho apoyo de las enfermeras que lo valoramos. A pesar de que no están directamente relacionadas con la notificación, nos colaboran con que el equipo esté preocupado y atento a las enfermedades que se notifican».

El equipo de Epidemiología debe revisar todo lo que está notificado y validarlo ante la autoridad sanitaria. «Cuando necesitan alguna información complementaria o de seguimiento, nos solicitan a nosotras y tenemos que investigar, revisar fichas y enviarlas a la Seremi de Salud. Esa es nuestra función como canalizadoras del hospital. Somos las dos que trabajamos para todo el hospital, entonces es una función transversal de interlocutoras», explicó Natalia. En caso de que no se realice este trabajo, el hospital puede ser sancionado administrativamente o de forma económica.

Dentro de sus labores también están las reuniones con la Seremi de Salud o Servicio de Salud Metropolitano Central (SSMC), desde donde sacan insumos para mantener informada a la comunidad funcionaria. «Los comunicados de la autoridad sanitaria los reenviamos a todas la jefaturas para que tengan conocimiento. Entonces, la comunicación de este tipo de enfermedades a nivel global también la reciben por parte nuestra», señaló Sandra. A esto, complementó que «tenemos una comunicación súper amplia de todo lo que está pasando epidemiológicamente a nivel país, y si es que hay alguna alerta externa a nivel internacional». Además, deben estar atentas por si se registra algún brote dentro del hospital de enfermedades que no correspondan a las de la Unidad de Prevención y Control de Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud (IAAS).

Además, en caso de contingencia, las labores pueden cambiar. Por ejemplo, en el periodo de Campaña Invierno, desde el SSMC les piden semanalmente un informe sobre las infecciones respiratorias agudas (IRA), para así hacer una estadística.

Registro del cáncer

De manera paralela, deben ir registrando de forma retrospectiva los casos de cáncer que fueron tratados y/o diagnosticados en nuestra institución. Esto se hace con el fin de ayudar en la gestión hospitalaria clínica y administrativa en el manejo de esta patología.

En Chile, el Registro Hospitalario de Cáncer (RHC) existe desde 2012. Anteriormente, esta labor se hacía en una plataforma online centralizada a nivel país, pero de momento no se encuentra operativa, por lo que se realiza de manera institucional en una planilla.

«Vamos a tratar de completarlo este año, para que el hospital pueda tomar decisiones de acuerdo a cuántos pacientes se diagnosticaron, cuántos iniciaron tratamiento, qué se requiere, cuáles son las falencias, etc.», explicó Sandra. La idea del equipo es poder completar el registro desde 2022 a la fecha en esta planilla, por mientras se desarrolle la nueva del Ministerio de Salud.

Esta información la obtienen a través de la plataforma SIGGES, desde donde obtienen el listado de los pacientes diagnosticados y confirmados, por medio de las biopsias de Anatomía Patológica, fichas clínicas electrónicas, fichas a papel y la revisión de protocolos operatorios en Orden Salud.

La existencia de esta área toma un rol relevante para la gestión institucional y nacional. «La idea es entregar datos, ver cómo estamos, en qué estamos con estas enfermedades y colaborar en la toma de decisiones a nivel del hospital y de las autoridades», señaló Natalia. Esto fue complementado por Sandra, al indicar que «se puede dar información oportuna para saber la cantidad de patologías que tenemos o si hay alguna nueva. El mayor aporte es la tranquilidad y que las enfermedades están notificadas ante la autoridad sanitaria».

En cuanto a los desafíos, la idea es seguir fortaleciendo la unidad y continuar trabajando de manera coordinada con el equipo clínico. «Uno de los objetivos que nos hemos propuesto es tratar de vincularnos con toda el área clínica, porque ellos son los que nos tienen que reportar. Hemos tratado de hacer difusión de distintas formas: mandamos correos, estar presencialmente para que nos conozcan y sepan que existe esta unidad e hicimos afiches para recordar la información. Si bien es un trabajo de oficina, es importante mantener el contacto con la gente clínica, que son los que finalmente reportan», indicó Natalia.