Reconociendo a: Farmacia Centralizada, el vínculo con los pacientes a través de los medicamentos

  • El servicio está compuesto por 83 personas, quienes, desde diferentes puntos del hospital, participan en el proceso para que los usuarios accedan a sus fármacos, ya sean pacientes ambulatorios u hospitalizados. Además, cumplen un rol importante en la educación de ellos para que tengan una buena adherencia a los tratamientos.

Diariamente, en el Hospital Clínico San Borja Arriarán (HCSBA), funcionarios y funcionarias les entregan medicamentos a nuestros usuarios en diferentes puntos con el fin de ayudar o complementar sus tratamientos. Se trata del equipo de Farmacia Centralizada, un servicio de apoyo clínico transversal, compuesto por 83 personas entre químicos farmacéuticos, técnicos paramédicos formados en farmacia, administrativos y auxiliares de servicio.

«Considerando la función clínica de nuestra institución, de alguna forma todos los pacientes, tarde o temprano, llegan a tratarse con medicamentos por algún síntoma o patología», explicó Francisco Tolosa, jefe del Servicio de Farmacia Centralizada. Pero para que éstos lleguen a sus manos, la ruta comienza en un lugar: la bodega de fármacos. En ella, Claudio Olivares (administrativo) junto a 7 personas, reciben medicamentos y los dispensan a las farmacias Ambulatoria, Oncológica, Infectología Adulto y Hospitalizados.

«El trabajo radica en la recepción de los fármacos que luego traspasamos a las distintas farmacias. Acá recibimos, despachamos y ordenamos la logística. Trabajamos en base a lo que nos solicitan vía mail y después vienen a buscarlos algún auxiliar o químico farmacéutico», señaló Claudio Olivares.

Una vez al mes, reciben pedido desde la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (Cenabast), pero siempre pueden estar recepcionando fármacos solicitados por necesidades puntuales o urgentes. Apenas llegan, deben empezar las labores de orden y distribución, para lo cual el trabajo en equipo es muy importante.

«Nuestra gran fortaleza es que trabajamos, como yo digo, como un mecano súper cohesionado desde que parte hasta que termina el proceso. El trabajo en equipo implica que si hay un área que está más sobrecargada, todos apoyamos ahí», añadió Claudio.

Farmacia Ambulatoria y Oncológica

Dentro de los puntos donde deben despachar se encuentran las farmacias Ambulatoria (22 funcionarios) y Oncológica (11 funcionarios). Ambas funcionan de manera parecida, pero se diferencian en los usuarios, las patologías y los tipos de medicamentos. «Es dinámico y tienes que ser proactivo porque hay horarios en los que llegan muchos pacientes, entonces, tenemos que ir cambiando nuestra labor a otras funciones», explicó Elizabeth González, técnico de Farmacia Ambulatoria. En tanto, Herminda Burgos, técnico de Farmacia Oncológica mencionó que «en general hay días más movidos que otros, pero tenemos puestos fijos semanales y vamos rotando por la carga laboral».

Una vez que los orientadores llevan las recetas a estas farmacias, comienza un proceso de tres etapas: validación, preparación y dispensación. En la validación, chequean que la receta esté actualizada, que tenga la información del paciente, los fármacos correspondientes y revisan por cuánto tiempo deben entregarlos. Una vez validada, pasa a la preparación donde otros funcionarios arman las canastas. Luego, en la dispensación, los usuarios son llamados a las ventanillas para entregarles sus fármacos, junto con un comprobante y etiqueta que indica sus datos, los medicamentos y la indicación de uso.

Cabe señalar que el proceso de entrega se modernizó gracias a la creación de la receta electrónica en el HCSBA, ya que antes tenían que, además, digitalizar cada uno de los documentos. «Tecnologizar, informatizar e innovar en nuestro servicio es lo que estamos buscando. Haber establecido, al menos en lo ambulatorio, la receta electrónica y el módulo de dispensación, nos ha permitido hacer un proceso único que ahora nos otorga mayores posibilidades como cambiar la entrega convencional», señaló Francisco Tolosa.

Estas áreas trabajan fuertemente vinculadas a los usuarios. Herminda Burgos explicó que estar en Farmacia «me generó unas ganas de querer ayudar a alguien que no sea uno mismo o la familia. Normalmente, uno ayuda a su familia y lo hace de corazón, pero acá me nació eso. Es lo que más me gusta, nos da la posibilidad de poder ayudar». Mientras que Elizabeth González aseguró que «a veces uno hace como de psicólogo de los pacientes, porque llegan con penita. Eso es lo que me gusta de trabajar acá: el apego con los usuarios, porque siento que soy un aporte para la gente que está enferma en mi país».

Farmacia de Infectología Adulto

Existe otro punto donde se entregan medicamentos para pacientes ambulatorios: la Farmacia de Infectología Adulto. En ella trabaja Silvia Marín (técnico en Farmacia) junto a 5 funcionarios del área, y deben hacer una labor de atención farmacéutica a pacientes con VIH que vienen de diferentes partes del país. Cuando se emite la receta, los usuarios deben ir al segundo piso del policlínico para retirar su terapia y reciben educación del equipo.

Esta educación cumple un rol muy importante, ya que «muchos pacientes que vienen son nuevos y no conocen la terapia. Tienen que estar muy pendientes de lo que toman y de lo que hacen para que no les afecte y tengan una buena adherencia con el medicamento, que es lo que más se trabaja acá», explicó Silvia Marín.

Sumado a esto, tratan de ser una red de apoyo para los usuarios que a veces no la tienen. «Aquí ellos se encuentran en casa porque son pacientes muy antiguos, entonces la gran mayoría nos conoce porque vienen cada dos meses. Somos todos conocidos», señaló Silvia, quien añadió que «la atención a público me gusta porque es algo activo. También porque vienen con sus experiencias distintas de cada día y llegan con mucha gratitud».

Los pacientes hospitalizados

Además, hay un área y equipo que se encarga de dispensar los medicamentos para los pacientes que permanecen internados en nuestra institución. En esta farmacia, que debe estar habilitada 24/7, trabaja Lucía Meza (técnico en Farmacia) junto a 28 funcionarios, quienes están a cargo del funcionamiento de la Farmacia Hospitalizados del HCSBA.

A diferencia de las otras farmacias, en esta es poco el contacto directo con el usuario -sólo se hace entrega de fármacos a pacientes de alta de las urgencias Infantil y Gineco-Obstétrica y de servicios de hospitalizado-, ya que mayoritariamente son los técnicos de los pisos quienes retiran los medicamentos.

Con funcionarios en horario diurnos y de tercer y cuarto turno, reciben diariamente recetas físicas de todas las áreas de hospitalizados. Una vez recepcionadas, revisan y digitan el folio y los medicamentos, para luego imprimir el reporte y llevarlo a la sección de fármacos. En esta parte, se preparan los pedidos y, dependiendo de cuál sea el servicio de destino, se realiza la entrega.

Para algunas áreas se hace una entrega total de lo solicitado para luego repartirla entre los pacientes del servicio según corresponda; mientras que otros funcionan con dosis unitarias, es decir, se le entregan los fármacos diferenciados por cada usuario. «Por ejemplo, nos llegan las recetas de la UCI y traen unos carros en los que cada cajón es un paciente. Entonces uno les va poniendo sus medicamentos en las cajoneras. Después viene un técnico de la UCI, revisa que todo lo que vaya en el carrito esté bien y sube», explicó Lucía.

El trabajo también es variado, dinámico e involucra relación con personal de otros servicios. «Me gusta estar acá por el contacto con la gente, con los técnicos de los servicios. Aquí, además de entregar medicamentos, está la parte humana porque nos conocemos mucho con los chicos que vienen de los servicios y tenemos amigos entre ellos», señaló Lucía.

Además, en caso de tener alguna duda con los fármacos recetados, se pueden contactar directamente con alguno de los 6 químicos farmacéuticos (QF) clínicos que están distribuidos en los servicios de Medicina, Pediatría, UCI Pediátrica, Cirugía, de la Mujer y el Recién Nacido, Unidad de Paciente Crítico Adulto y Coronaria. Entre ellos, que trabajan como referentes del área farmacológica, se encuentra Luis Contardo en la Unidad Coronaria.

Si bien pertenecen a la Farmacia Hospitalizados, los QF clínicos trabajan vinculados a los equipos del servicio que le corresponda. Dentro de sus labores, está el participar en la recepción del turno para conocer y/o entregar información sobre la condición de los pacientes o responder consultas. Además, revisan de forma diaria los tratamientos de los usuarios, realizan visitas con el equipo de Infectología para evaluar si alguien tiene un conflicto infeccioso y aportan en la discusión de la elección de la terapia farmacológica y su seguimiento, siempre siguiendo el Programa de Uso Racional de Antimicrobianos (PROA).

Su misión es estar al tanto de la seguridad, efectividad y calidad de los fármacos. «Estamos preocupados de que el paciente reciba la terapia adecuada de medicamentos, con las dosis que correspondan y de pesquisar precozmente si hay alguna reacción adversa para actuar activamente en ese caso. Es una tarea que diariamente es muy dinámica, nunca hacemos lo mismo todos los días», señaló Luis Contardo.

Equipo de químicos farmacéuticos clínicos

Además, una vez que el paciente se va de alta, se preocupan de que tengan los medicamentos que le corresponden, junto con entregar las indicaciones para que cumplan con la terapia de buena manera. «Lo que me gustó a mí en un comienzo fue el hospital en sí, como la forma profesional que hay en el hospital y en Farmacia. Acá somos seis y pertenecemos a Farmacia, donde son muchos más, y el equipo es súper unido, hay harto apoyo y nuestra labor está bien validada”, señaló Luis.

Sin una Farmacia un hospital no funciona. “La medicina moderna se basa en la farmacología, por lo tanto, no podría existir. Es así de simple: no cumpliría su giro de salud. Entonces, la Farmacia es un ente fundamental para que el hospital siga funcionando», señaló Francisco Tolosa.

Desafíos a futuro

Desde Farmacia tienen varios desafíos para implementar en nuestro hospital. Por ejemplo, para el área de Infectología Adulto buscan realizar la entrega en horario continuo; mientras que para las farmacias Ambulatoria y Oncología quieren extender el horario de atención y comenzar con el agendamiento de los pacientes para evitar que hagan filas. En la bodega de fármacos la estrategia es contener costos y disponer de los medicamentos, independiente de la temporalidad.

Para el sector Hospitalizados buscan ampliar a todos los servicios la entrega de fármacos a través de las dosis unitarias, ya que aquello “busca que podamos personalizar una terapia por un día para un paciente, lo que entrega seguridad y rapidez al servicio y da más trazabilidad», explicó Francisco Tolosa.

Finalmente, en el área de Farmacia Clínica esperan comenzar procesos educativos a los servicios, ya que actualmente su rol se basa en asesorar y promover el uso eficiente de los fármacos, pero la idea es complementarlo con educar al servicio clínico completo en temas de conservación de medicamentos, devolución y ordenamiento, junto con protocolizar algunos procesos o usos de fármacos.