Reconociendo a: SEDILE, el importante trabajo tras una mamadera
- Dedicados al almacenamiento, preparación, distribución, esterilización, entre otros procesos, el equipo del Servicio Dietético de Leche del HCSBA trabaja en la elaboración de las fórmulas lácteas y/o enterales para nuestros pacientes que se mantienen hospitalizados. En el contexto de la Campaña Invierno se encuentran produciendo más de 1.300 unidades de fórmulas al día.
Enfocados en dar una atención de calidad, segura e inocua, el Servicio Dietético de Leche (SEDILE), dependiente del Servicio de Nutrición, trabaja diariamente en la entrega de fórmulas lácteas para los pacientes pediátricos que se mantienen hospitalizados y lo requieren. Los funcionarios también están encargados (desde 2021) de la Central de Fórmulas Enterales (CEFE), lo que corresponde a alimentos dietéticos, constituidos por mezcla de macro y micronutrientes, destinados a usos médicos especiales para adultos.
Se trata de un equipo de 25 personas que trabaja en diferentes turnos para dar cobertura 24/7 al servicio para que no le falten estos alimentos a parte de nuestros pacientes. De esta manera, nutricionistas, técnicos en nutrición y alimentación y auxiliares de servicio están encargados de preparar y repartir las fórmulas.
La Central de Fórmulas Enterales distribuye los productos a cada Unidad Dietética de los pisos y de ahí se van derivando a cada paciente adulto, según sus requerimientos. En tanto, el Servicio Dietético de Leche concentra el mayor volumen productivo y es donde se preparan, envasan y distribuyen las fórmulas lácteas para los pacientes pediátricos y neonatales.
El Servicio Dietético de Leche corresponde a un área de apoyo transversal para los hospitales, ya que si no está disponible, no pueden funcionar los servicios pediátricos. «Sin SEDILE nosotros no podríamos, por ejemplo, tener el aumento de la dotación de camas que estamos teniendo en estos momentos, no podríamos recibir esta cantidad de pacientes pediátricos», explicó Valentina Muñoz, jefa de SEDILE/CEFE.
Además, aseguró que «en estos momentos estamos distribuyendo más de mil unidades diarias y preparando entre 120 a 130 litros de fórmulas al día», añadiendo que «es un trabajo muy meticuloso que se hace con mucho cariño». Si bien es un servicio de alta complejidad que genera grandes cantidades de productos, debido a la Campaña Invierno la elaboración ha ido aumentando y ya van alrededor de las 1.300 fórmulas al día para los pacientes pediátricos y neonatos.
Para su funcionamiento requiere de mucha logística. Paulina Beltrán, nutricionista de SEDILE, explicó que el trabajo «va desde tener que solicitar una fórmula a un laboratorio, tener dónde guardarla, dónde rotularla, manipularla, etcétera. Tiene que haber gente trabajando las 24 horas. Es tremenda toda la logística que se traduce en una mamadera».
El día a día
Cuando ingresan los pacientes a hospitalización, las nutricionistas clínicas de cada piso se encargan de entregarle las indicaciones nutricionales para que SEDILE pueda preparar la leche correspondiente a cada niño.
Desde las 7:30 las nutricionistas empiezan a ver al personal de SEDILE/CEFE, junto con recibir el reporte del turno que estuvo durante la noche, para luego estar a las 8:00 horas en sus respectivos puestos de trabajo para organizar el día y supervisar la producción.
«Tenemos distintos puestos de trabajo: el área de preparación, distribución, lavado, tenemos el área de Pediatría, Neonatología y bodega. Esos son nuestros puestos de trabajo y tenemos distintos funcionarios para las diferentes tareas. Obviamente, cada uno funciona articuladamente y, si se requiere apoyo en alguna otra unidad dentro de nuestro SEDILE, se entrega entre los mismos compañeros de trabajo», explicó Paulina Beltrán, nutricionista de SEDILE/CEFE.
Durante el día preparan y envasan las fórmulas de los lactantes, niños y niñas para luego estar distribuyendo en la jornada diurna y nocturna, de acuerdo a los horarios de consumo. Es importante que cada mamadera cumpla con las patologías, alergias alimentarias o intolerancias que pueden tener nuestros pacientes. «Nosotros llevamos a cabo, de la forma más eficiente, segura e inocua, los requerimientos que desde los distintos servicios necesitan», explicó Valentina Muñoz.
Para cumplir a cabalidad esto se requiere un trabajo minucioso y en equipo, por lo que cada integrante de la unidad tiene un papel fundamental. «El trabajo es súper individualizado para todos nuestros pequeñitos. Cada mamadera se rotula a mano y cada elemento que va en la mamadera es revisado y supervisado por nosotras y por los técnicos. También el tipo de fórmula y la especificación se revisa, una por una, las mil unidades que entregamos», explicó Paulina Beltrán. A esto añadió que «tenemos que asegurarnos que el producto sea un alimento inocuo para nuestros pacientes».
En el caso de las fórmulas para adultos, como ya vienen envasadas, tienen que asegurarse que estén bien selladas y con datos de trazabilidad. Estos productos son entregados a las nutricionistas clínicas y técnicos de cada piso del hospital para su distribución.
También están vinculados con el lactario de nuestro hospital, trabajando en recibir la leche materna para después entregarla a los pacientes hospitalizados correspondientes.
El vínculo «virtual» con sus pacientes
Si bien los funcionarios de SEDILE/CEFE no tienen que interactuar directamente con los pacientes pediátricos, conocen de memoria de quienes se trata y sus historiales de alimentación. «No ven las caras de los pacientes, pero los conocen al revés y al derecho en lo que respecta a su alimentación. Se alegran cuando se van de alta los que llevan mucho tiempo», indicó Valentina Muñoz.
Esta capacidad de reconocer a sus pacientes fue fundamental en el contexto del incendio que enfrentamos en enero de 2021, ya que según explicó Valentina, para esa situación «se sabían de memoria las indicaciones de los pacientes. No teníamos ningún documento, y agarraron una hoja y empezaron a dictar paciente por paciente, con volumen, indicación, todo».
«Se genera como un vínculo medio virtual porque no los conocen físicamente» añadió Paulina Beltrán.
Para lograr este tremendo trabajo de SEDILE/CEFE, se necesita de un potente trabajo entre todos. «Queremos agradecerle a nuestro equipo por el compromiso y por su dedicación. Es trabajo en equipo y colaborativo, reconoció Valentina Muñoz.
A esto añadió que «si hay un compañero que está atrasado, todos lo ayudan. Nosotros trabajamos como con una bomba de tiempo constantemente. Los niños no van a cambiar su horario de alimentación. Entonces, si la fórmula tiene que estar lista en la cuna de los bebés a las 6:00, independiente de lo que esté pasando, la leche tiene que salir de acá a las 5:30. Eso los chicos lo tienen súper concientizado, acá el tiempo es vital y se multiplican las manos para lograrlo».